En la prensa cubana le llaman dulce gramínea a la caña de azúcar. Una cursilería que recuerda el nuncio canoro de Góngora para referirse al gallo. Aparte del afán de evitar la repetición de palabras, el uso de esa ridícula perífrasis refleja el rechazo de algunos a llamar las cosas por su nombre común y corriente.
La perífrasis, también llamada circunlocución, es una figura retórica "que consiste en expresar por medio de un rodeo de palabras algo que hubiera podido decirse con menos o con una sola...". Bien lo sabemos quienes desde niños nos vimos expuestos a circunlocuciones tan estereotipadas como el rey de la selva (león), el vil metal (dinero), el preciado líquido (agua) y el oro negro (petróleo). Luego los cronistas cubanos, que no le tienen miedo al ridículo, nos han bombardeado con otras cursilerías de su cosecha. Parece que pretenden competir con el gallo gongorino transmutado en nuncio canoro. He aquí algunas perlas de su estilo perifrástico:
1) ajedrez > juego de los trebejos
2) boxeo > deporte de los puños
3) ballet > danza de los giros y las puntas
4) café > aromático grano
5) Regla > villa ultramarina
6) Jaruco > ciudad condal (como Barcelona)
7) Cienfuegos > La Perla del Sur
8) Santiago de Cuba > Ciudad Héroe ( título oficial que no respeta la concordancia de género)
9) Cuba > la mayor de las Antillas
10) ciclón > evento meteorológico
La lista pudiera aumentarse, pero basta con esa muestra.
Y uno se pregunta: ¿con lo fácil que es decir ajedrez, para qué llamarle juego de los trebejos? Lo mismo cabe decir del resto de los ejemplos, además de que en algunos casos puede dificultarse la comprensión. El aromático grano no tiene desperdicio, pero la palma se la lleva de lejos la dulce gramínea.
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